Llamamos plantas de interior, a aquellos organismos vegetales que pueden vivir, (mantenerse y crecer) con las condiciones de luz, humedad y temperatura que se suelen conseguir dentro de nuestros hogares. Por lo general, son plantas que no requieren de grandes cantidades de luz solar y agradecen las temperaturas medianamente cálidas. Estas son características generales, ya que las necesidades de los diferentes géneros de plantas, pueden variar considerablemente. Las plantas de interior le otorgan alegría a nuestros hogares, y permiten que aquellas personas que no posean jardines puedan disfrutar de un pequeño rinconcito verde, fuente de paz y tranquilidad (cosa indispensable con las preocupaciones y ajetreos de la vida moderna) Los cuidados requeridos de este tipo de plantas suelen ser mínimos, siempre y cuando se haya investigado o leído un poco sobre las necesidades específicas de cada una, pues, a diferencia de lo que piensan algunas personas, no es suficiente con sólo
No suelo considerar a las orquídeas como plantas de interior; sin embargo, las orquídeas del género phalaenopsis pueden adaptarse de buena manera al cultivo dentro de los hogares, ya que requieren menos horas de luz intensa en comparación con otros géneros, como por ejemplo las orquídeas del género cattleyas. Solo hace falta que la planta se ubique cerca, (a 2 metros cuando mucho) de una ventana que provea abundante luminosidad, más nunca sol directo. Las phalaenopsis son plantas con hábito epífito y de crecimiento monopodial, esto quiere decir, que en la naturaleza crecen utilizando otros árboles como soporte, afianzándose sobre ellos fuertemente con sus raíces; por monopodial, significa que las hojas crecen de un mismo punto de desarrollo formando una especie de roseta, a razón de un par hojas por temporada de crecimiento. La floración por lo normal ocurre una vez al año; una vara floral se comienza a desarrollar lentamente a finales de invierno, y de esta se producirán var