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Las Orquídeas del género Phalaenopsis, una orquídea para adornar tu hogar.

 

No suelo considerar a las orquídeas como plantas de interior; sin embargo, las orquídeas del género phalaenopsis pueden adaptarse de buena manera al cultivo dentro de los hogares, ya que requieren menos horas de luz intensa en comparación con otros géneros, como por ejemplo las orquídeas del género cattleyas. Solo hace falta que la planta se ubique cerca, (a 2 metros cuando mucho) de una ventana que provea abundante luminosidad, más nunca sol directo. Las phalaenopsis son plantas con hábito epífito y de crecimiento monopodial, esto quiere decir, que en la naturaleza crecen utilizando otros árboles como soporte, afianzándose sobre ellos fuertemente con sus raíces; por monopodial, significa que las hojas crecen de un mismo punto de desarrollo formando una especie de roseta, a razón de un par hojas por temporada de crecimiento.   

La floración por lo normal ocurre una vez al año; una vara floral se comienza a desarrollar lentamente a finales de invierno, y de esta se producirán varias flores de tamaño pequeño a mediano que permanecen abiertas por muchas semanas (tuve algunas cuyas flores duraron hasta 2 meses abiertas y sanas). Si bien la orquídea phalaenopsis es una planta epífita, dentro de los hogares se suele cultivar en macetas de plástico con un sustrato elaborado con trozos de corteza y un poco de musgo de spagnum, se recomienda que las macetas sean transparentes para poder visualizar fácilmente las raíces de la planta; cuando las raíces estén de color verde, significa que están hidratadas y no deben ser regadas; por otro lado, cuando estén de color blanco significa que la planta debe ser regada nuevamente. La orquídea phalaenopsis no posee estructuras utilizadas para almacenar agua, a diferencia de otros géneros de orquídeas, por lo que el riego puede efectuarse con un poco de más frecuencia.  

Se pueden adaptar a un rango bastante amplio de temperaturas; no obstante, se deben proteger de las temperaturas muy bajas del invierno o muy elevadas del verano, siendo el rango ideal el comprendido entre 20 y 24°C. El interior de las casas suele presentar temperaturas apropiadas para el crecimiento de estas plantas; sin embargo, el ambiente dentro de los hogares suele ser un poco seco para las phalaenopsis, esto se resuelve aproximando otras especies de plantas cerca de la orquídea, cuyas transpiraciones crean un microclima húmedo muy beneficioso para la misma. Muchas fuentes de información recomiendan colocar un plato con agua lleno de guijarros bajo la orquídea; no obstante, en mi experiencia no he podido observar verdaderamente los beneficios de esta práctica.

El fertilizado se puede llevar a cabo a través del agua de riesgo; un poco de fertilizante para orquídeas disuelto en el agua es suficiente a razón de 1 vez al mes, pero 2 veces al mes durante la época de floración. La reproducción de la phalaenopsis, al igual que otras orquídeas, se realiza en laboratorios especializados que son capaces de elaborar el medio de cultivo apropiado para lograr la germinación de sus semillas. Sin embargo, esta orquídea produce esporádicamente hijuelos que crecen sobre la vara floral y pueden ser separados cuando tienen 3 hojas y tres raíces de 3 cm de largo cada una.

Las especies de phalaenopsis disponibles comercialmente son híbridos muy numerosos desarrollados a lo largo de las últimas décadas, los colores que las flores exhiben son muy variadas y parecen no repetirse entre planta y planta, lo que las convierte en plantas muy coleccionables. 

 

Orquídea del género Phalaenopsis.

    

  Orquídea del género Phalaenopsis.


Orquídea del género Phalaenopsis.


Orquídeas del género Phalaenopsis.

 

Orquídea del género Phalaenopsis.


Orquídeas del género Phalaenopsis.

 

Orquídea del género Phalaenopsis.

 
Orquídeas del género Phalaenopsis.

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