El Jade (Crassula ovata) es una
planta suculenta de la familia de las Crassulaceaes, que de forma lenta, pero
segura, se ganó un lugar en mi corazón. Si bien no es una planta que posee
flores hermosas y vistosas, la resistencia que manifiesta frente a los malos
tratos de las personas que recién empiezan en el hobby de las plantas,
garantiza que no sufriremos de frustraciones por culpa de una muerte prematura
de la pobre plantita. Todavía recuerdo las largas tardes en casa de mi abuela cuando niño,
jugando alrededor del Jade que se encontraba en el balcón, que ya había alcanzado
el tamaño de un arbusto considerable.
En cuanto a sus cuidados y
mantenimiento, como toda suculenta requiere de una buena cantidad de luz
solar. Sin embargo, con la cercanía de una ventana con luz brillante se las
suele arreglar bastante bien. El riego en exceso puede resultar perjudicial,
por lo que se recomienda esperar a que el sustrato se seque antes de volver a
adicionar agua.
El sustrato ideal para el Jade corresponde a cualquier mezcla de
componentes que garantice un buen drenaje, evitando de esta forma, que se
produzcan pudriciones en las raíces. Un
sustrato elaborado con un 50% de tierra de jardín abonada y un 50% de arena de río lavada, ha mantenido a mis Jades felices a lo largo de mi vida.
No existen, en mi experiencia, muchas plagas interesadas en atacar esta
planta, solo recuerdo un par de oportunidades donde algunas cochinillas
algodonosas quisieron merendarse la savia de mis Jades, el problema se resolvió
con facilidad retirando las cochinillas con un algodón mojado con un poco de
alcohol isopropílico.
La reproducción del Jade se suele realizar mediante esquejes, pues no he leído
sobre nadie que haya intentado la reproducción mediante semillas. Se puede
tomar un trozo de la planta de por lo menos 5 cm de largo que posea al menos 3
hojas, la base de este esqueje se planta en el sustrato seleccionado
previamente humedecido, y se coloca en semisombra por unas semanas, hasta
observar que se reanuda el crecimiento de hojas nuevas en el esqueje.


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